A la memoria de Desiderio Padilla "El Hombre del Tiempo"
Por : Ramón Mariscal i Parella
Escritor, poeta y Presentador
UN HOMBRE QUE MIRABA AL CIELO
Es un doce de noviembre de un año fatídico
Con un número maldito
Dos mil once,
Se nos fue,
Se marchó,
Un hombre que miró al cielo,
Que observó las estrellas
Que volaba con las nubes
Que fue profeta del tiempo
Que fue maestro sin pretensión de serlo,
Que fue modesto, sencillo como a brisa
Que acompaña al buen tiempo,
Canario de nacimiento
Cordobés por adopción
De Montilla por alusión,
Campos de viñas de buen vino,
De cepas centenarias de vivas historias
De esta España cristiana.
Amigo de pintores de letras,
De los que dibujan nuestras inquietudes
Nuestras esperanzas,
Nuestras flaquezas,
Nuestras ansias,
Nuestras riquezas,
Nuestras miserias,
De esas y muchas más DESIDERIO tú las vivieras.
No está bien que al que se va
Se le llenen de halagos
Sin que inserviblemente pueda escucharlos
No está bien que el mundo se acuerde
Tan solo de aquellos que se van cuando
Se sabe que no volverán.
Van y vuelven las aves,
Van y vuelven el verano y el invierno,
Van y vuelven los inmortales,
Aquellos por los que por todo
Dieron su sangre.
La vida es un soplo,
Como entra sale,
Como viene se va,
Pero queda en la humanidad
Su recuerdo perenne
Su personalidad
Y nadie puede negar
Su libro no está vacío
Sus páginas no están en blanco,
Desde el principio hasta el final.
La vida siempre es vida
No hay muerte
Pues no hay olvido y el olvido
Es la muerte para aquellos
Que son vivos sin haber hecho nada consecuente.
VEGUEROS S.M. Se fue el genio, se marchó la figura, se apagó la fuerza del "maestro de maestros".-
