Ramón Mariscal i Parella

Ramón Mariscal i Parella
Escritor, Poeta y Presentador.-

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jueves, 13 de octubre de 2011

LA NOCHE DE UNA VICTORIA AMARGA.-


 LA NOCHE DE UNA VICTORIA AMARGA
El PP da por sentado una victoria aplastante en las próximas elecciones del 20 de noviembre.
En las elecciones de 2007, el PP no se esforzó como hasta ahora en una campaña electoral que les pudiera dar la victoria supuestamente como hasta ahora las encuestas le están dando.
Mi pregunta es ¿Acaso sabían y tenían conciencia de lo que le esperaba a Europa respecto a la situación económica a la que se enfrentaba? Da la impresión que algo se olían y prefirieron pasar la patata caliente al gobierno del PSOE. Mientras tanto en estos casi cuatro años, el Partido Popular no ha hecho nada, simplemente ponerle palos y piedras al carro del actual gobierno, con el objeto de sacar partido durante los cuatro años que se avecinaban tan catastróficos económicamente. No se han preocupado realmente de colaborar para sacar a este país adelante. Se han comportado como el buitre y no la gaviota, revoloteando sobre el gobierno “a verlas caer”, volando y volando sobre su futura presa, siendo constante con un mismo discurso: “La culpa de que hayan 5 millones de parados, la culpa de la crisis en este país la tiene Zapatero, la culpa de todo lo que le está ocurriendo la tiene Zapatero”.
En realidad ha habido decisiones del aún actual presidente del gobierno de la nación que no le han beneficiado ni como presidente ni tampoco a España. Ese mensaje sin un Rajoy como mensajero, (pues la labor se la han hecho otros) ha ido calando a una mayoría de gente que se ha ido creyendo ese discurso.
El PP se jacta de que todos los actuales gobiernos de derechas de Europa tengan una economía saneada frente a las malas políticas de izquierdas y eso no es cierto. Las elecciones cantonales de Francia y Alemania no dan la razón a esa teoría del PP, en el mes de marzo de este año la izquierda se impuso en las Cantonales francesas marcadas por una baja participación. Con un 46% de participación  el partido socialista logró más del 35% de los votos, la conservadora de Unión por un Movimiento Popular el 20% y el FN un 11%. El principal castigado de la noche electoral fue la UMP de Sarkozy, que se dejó votos y electos. Su secretario general, Jean-François Copé, explicó la caída por los efectos de la crisis económica, que pasaron factura al Gobierno y no ocultó su "decepción" por el resultado. Pero ¿cómo es posible, la derecha francesa perder por culpa de la crisis, cuando según Rajoy, la derecha tiene mejores fórmulas para salir de ella? Algo similar ha ocurrido en Alemania con la señora Merkel, los verdes se impusieron en las elecciones el mes de marzo pasado, perdiendo uno de sus grandes feudos en el que su partido gobernaba desde la segunda guerra mundial. El CDU de Merkel volvió a perder el domingo 18 de setiembre otras elecciones regionales en Alemania, las sextas de siete comicios, al quedarse con un 23% de los votos en Berlín. El partido de la canciller inició su caída libre en mayo de 2010, cuando perdió el mayor estado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia. Con esta derrota, Merkel perdió la mayoría en el Bundesrat (Consejo Federal), haciéndole más difíciles las posibles reformas. La debacle continuó con Hamburgo, la segunda ciudad del país y Baden-Wurttemberg, el mayor baluarte democristiano desde los últimos 60 años. La situación actual apunta a una razón fundamental para explicar la debacle del CDU, y esta no es otra que la economía. Estamos otra vez en las mismas, otro partido de derechas sufre la debacle también por la dichosa crisis. Mi pregunta es: ¿Qué nos intentan vender Mariano Rajoy, Jose Manuel Soria, la señora Cospedal, el señor  González Pons y otros tantos? ¿Nos intentan vender que el PP va a arreglar la situación actual de una crisis que reina tanto en gobiernos de derechas como en gobiernos de izquierdas y no tan solo en Europa sino en los EEUU de América?
El PP sabía a los cuatro años que se enfrentaba el gobierno del PSOE y no insistió en ganar unas elecciones que sabía que si las ganaba le iban a acarrear un desastre y dejo camino abierto al PSOE para que se diera el batacazo. Lo que el PP no previó es que la dichosa crisis que se avecinaba iba a durar más tiempo del que posiblemente habían calculado y ahora se les avecina según ellos la victoria por mayoría absoluta y no les queda otro remedio que comerse el “marrón” de una economía que no arranca y que vaticina ir en el mismo camino de estos años pasados. Si ningún país ha sabido buscar formulas ante el fracaso de una mala economía estructurada por la Unión Europea, ahora el PP intenta inventar la sopa de ajo para hacer frente a la misma. Un partido con muchos frentes y sobre todo con una infinidad de casos de corrupción que intentan esquivar mareando la perdiz en otros temas desacordes con la mayoría de lo que interesa a la opinión pública.

Si hay una victoria aplastante por parte del PP será una victoria pírrica, una victoria amarga para ellos y para la ciudadanía de a pie. Una mayoría absoluta no interesa a este país. Nunca ha ido bien una mayoría absoluta en este país, con una democracia carente de la misma, en la que los cuarenta ladrones han matado a Ali-Babá, sino que se lo pregunten al endeudamiento de  la mayoría de las autonomías, al endeudamiento de la mayoría de Diputaciones y Cabildos, al endeudamiento de la mayoría de los ayuntamientos, todos ellos ahora lamentándose de su despilfarro, pero ninguno en procurar bajarse sus salarios sino todo lo contrario, en mantener sus mismos privilegios económicos obviando su compromiso con sus conciudadanos, que es el servicio supuestamente desinteresado, ya que nadie los llamó para ser políticos, ellos eligieron libremente serlo. 
De nuevo escucharemos la frase tan familiar y conocida: España va bien. Irá bien para solo unos cuantos y esos muchos seguirán estando donde están, sin moverse a ningún punto desde el que están, es decir más pobreza y más pobres y los ricos menos cantidad de ellos pero con más riqueza. 
VEGUEROS S.M.  Las grandes victorias se consiguen junto al pueblo no lejos de él.